20031229

Cuando llegué a esta ciudad la luna era una uña (rota, mordida, insinuante). Una luz naranja le servía de aureola. Creo en lo que veo.

Me voy.



20031223

La ciudad no se ha hecho para ella, aunque la recorre a solas. No está.

20031221

Escribí tu nombre en gis sobre mi lado más oscuro



20031220

Tomo entre mis manos un pequeño objeto, lo recorro con las yemas de los dedos, siento su textura (me agrada) siento su forma rectangular. Lo sopeso. Es una caja, la sacudo cerca del oído. Me gusta la ausencia de sonido. Pienso en algunas de las referencias que tienen estos objetos (entre ellas el féretro, también la matriz, la vagina, el universo) Siempre me han gustado estos objetos. Me gusta jugar con la posibilidad de lo que pueden contener. Me gustan más cuando están vacías. Me gusta que pierdan su utilidad. ¿Será que los objetos que más me gustan son siempre inútiles? Creo que ésta no es una cualidad negativa. Ser unútil libera a los objetos del para qué, son y ya. Perse. (Aunque generalmente las cosas inútiles se convierten en objetos de contemplación. Así en ese orden, de manera inversa a como sucede en los seres humanos) Mi síndrome de Stendhal me exige que la pague, que la guarde en la maleta sin mostrarla a nadie, que la lleve hasta a mi casa, que le dé un lugar exclusivo en mi cuarto, que preferentemente la olvide. Todo para que el día que la reencuentre vuelva a sentir el placer de la primera vez que la vi. Pero el placer nunca será el mismo. No se puede desear con la misma intensidad dos veces. El fin del deseo inicia cuando se consuma. Así que no me obedezco, la dejo sobre la mesa. Ya alguien le dará utilidad.




20031217

Irse, sin besos postergados, sin nombres en la espalda, sin retratos (gastados) en la cartera.



Arándano no sabe estar, para ello se necesita un condicionamiento del que carece. Sus alas son tenedores que perpetran la piel. Navajas, dientes.

Arándano es una contradicción en cuatro vocales. Es una A.

(baja central)

vibrante, líquida y simple.

(agua)


20031216

El que no arriesga, no cruza.




R.O.









20031215

A punto de salir, de apagar máquinas, luces y todo lo apagable; me detiene una sensación molesta: algo me falta. Maldita sensación inoportuna que no me permite pensar en otra cosa que en esa que no recuerdo. Hago un conteo regresivo de mis actividades en el día. De mis notas mentales. De los correos que contesté de los que me detuve a tiempo de escribir, de los que desgraciadamente ya envíe, de las llamadas. De las ideas, de la gente. De las sonrisas. Trato de acordarme si me baja pronto o no, de si apagué el boiler y la plancha, de si traigo las llaves en la mochila o ya las perdí otra vez. De si en qué página me quedé. Trato de recordar las mentiras que dije hoy y reviso por si acaso me faltó inventar alguna. Repaso mentalmente nombres y actividades y la pinche sensación no se va. Decido sentarme y buscar nuevamente lo que es tan importante, lo que no puedo recordar. Me queda claro que no comí hoy pero no fue olvido, a veces hasta el alimento molesta. Prendo un cigarro y salgo al patio para ver si el frío me hace recordar algo y solo recuerdo que hoy el frío es un lugar común. Recuerdo que me duele la espalda y la cabeza y que no tengo sueño y que aunque tenga no podré dormir. Entonces empiezo a imaginar historias y posibilidades y me reinvento y te reinvento. Y luego vuelve la sensación de mutilación y me desespero y me pongo de mal humor y se acaba el cigarro y me caga que se acabe y prendo otro con la colilla del anterior y vuelvo a repasar mi lista y vuelvo a percatarme que no falta nada, que la ausencia, el hueco es esto: que se siente, que simple y sencillamente falta.


Que no puedo hacer nada.







Mancha urbana



De lejos todo se ve mejor. De noche, dicen, todos los gatos son pardos. Nada de esto me importa ahora. Me importa la sonrisa de Cheshire desplazando a la luna. Las imágenes. El paisaje desértico del fin de semana y el mar metálico de hoy. Las cúpulas como señalización. El sol de invierno. Las horas que existen entre una ciudad y otra. Las preguntas que se escupen a quemarropa. Las que no se escupen nunca y permanecen sinuosas debajo de la lengua. Las noches frías de todas partes. Las conversaciones a medio alcohol, a medio día. Los orgasmos. Las luces eléctricas espejo de agua de la mancha urbana.


En realidad nada de esto importa, nada.


Mentir no importa.




20031214

Estar aquí empieza a molestar. He dejado parte de mí en cada una de esas-aquellas- estas calles. Soy un rompecabezas. Es hora de regresar.

20031213

Me gusta cuando se (re) inventa. Siempre me ha aburrido la rutina.




Sábado 13 de diciembre, Oaxaca, Mex.

Sólo sé que el dolor es real, el placer es real, es real y sé que es lo que importa, hoy, aquí.

20031211

La ciudad me recibió como a una vieja amiga, con la misma serenidad.

20031210

Primera impresión




en arquitectura: muro de contención
en anatomía: piel
en la voz: silencio
en la calle: vitrina, semáforo, reja
en el horizonte: límite
en la arena: horadación
en el mar: estela
en la tierra: mar
en el papel: línea
en el lenguaje: sema
en el espacio: forma
en geografía: frontera
en la piel: tela






en la posibilidad: que se desborde, se exceda
en el deseo: que se rebose y se transgreda, que grite, que se desnude
en la ficción: que se desdibuje, se haga fonema.




20031209

Es la conexión, como tu dices, es mirar al horizonte y saber qué es exactamente lo que la otra ve.

20031207

martes, noviembre 11, 2003



Ellas dicen...



AGORAFOBIA

Dice Kozer:

Cuando escribo poesía el mundo me conmueve,
cuando escribo prosa estoy en un cuarto.


Yo, generalmente, soporto muy poco la conmoción del mundo y, de prisa, regreso al cuarto.

Traducido por Mayra 2:37 PM


:: lunes, diciembre 01, 2003 ::



Estar en una celda hace que uno teja ideas descabelladas y que cualquier palabra o particula de polvo se vuelva tema de narracion. Estar en una celda es el estado perfecto y creativo del escritor.


:: Margarita 3:57 PM [+] ::
...

20031203

Silencio sepulcral





La pasión es el deseo impetuoso de matar al otro en la máxima posesión, es morir, es agonía. El instante de la muerte debe ser el placer máximo. Un orgasmo.

Quiero matarte.



LO SIENTES









¿Dónde estás?






20031202

Mentira:


Cuando digo aquí en realidad quiero decir allá. Cuando digo ven, soy yo quien va. Cuando quiero estar, me voy. Cuando me voy en realidad permanezco.

BC-3 Nueva fotografía en Baja California



20031201

Nombrar o no nombrar, ese es el dilema.




Mentira:



El tiempo no pasa. Pesa (y se nos queda).