[ Sat May 17, 03:46:55 PM | abc ... | ]
Pero no había luz.
La mujer abrió la pregunta y la soltó como un suspiro o como un estornudo...
¿Por qué la fotografía?
La otra mujer contestó:
Por la obsesión de detener el tiempo, de perseguir la luz como se persigue a una mujer lejana (que no se nombra y, sin embargo, se invoca. Se im-boca) o al hombre que carga sobre los hombros ventanas cerradas y duerme, plácido, con la mano en el sexo. A la fragilidad de la palabra débil. Sí acosarla, buscarla. Sí. Perseguirla.
Buscarla como a la vida eterna. Alquimista. Luna córnea, nitrato de plata.
Perseguir la luz a kilómetros del mirador donde lo que se mira--lo que se ve--carece de forma. Llegar tarde al mirador y tener la firme seguridad de que no se ha perdido nada. La certeza de que a veces, muy pocas, cuando se pierde, se gana.
Pero no había luz y la oscuridad afinó los sentidos. Las imágenes cedieron el paso al sonido. Crujir. A los olores. Arándano. A los sabores, al tacto
¿Por qué no?