no pienso escribir nada esta noche
pienso llegar casa, a la casa vacía que tu conoces
abrir la puerta y tirarme en el sofá
tal perro herido
perro enfermo de tu rabia
perro idiota
tirarme a tragar este dolor
escuchar los ruidos de la calle
la lavadora del vecino, los camiones y el freno de mano,
el zumbido impasible del refrigerador
es probable que me venza el sueño
o que gane la rabia y salga a la calle a pasear esta soledad
y sí, seguramente regresaré a bramar dentro del lenguaje
la verdadera casa.