Trato de describir las últimas semanas y se me mueve el mundo. Tantas letras, tanta gente, tantas emociones en mitin, tantos cruces y fronteras, tanto aprendizaje y traspié, tantas horas frente al monitor y la página. Trato de describir o traducir estas semanas y se me aglutina todo entre las yemas de los dedos y la respiración.
Suena en mi cabeza Negroni " la escritura ya no te consuela" "la escritura es lo que se consume, la ceniza del cigarro."
Siento que me consumo.
Siempre me ha sido difícil eso del contacto, mis amigos los cuento con pocos dedos. Soy muy fácil de engentarme y generalmente salgo corriendo. Convivir con veintitantas personas durante seis semanas fue mi record. Y como todo, cuando ya me sentía cómoda, cuando ya me faltaban dedos para contarlos, se van. Me quedo leyendo sus blogs, releyendo sus textos. Me quedo con la sonrisa amplia que me dio el regalo del JP. Esperando que aparezcan en el msn o en la bandeja de entrada, que regresen.
Tal vez necesito algunos días o meses para poder contarles sobre estas seis semanas. Seguro pasará más tiempo aún para que el aprendizaje y el traspié se asienten cómodos en mis textos.
Mientras tanto seguimos en la escritura, como si consolara.