20100619

Calor Regio



1. El primer viaje a esta ciudad para montar la exposición LARVA. Recuerdo una imagen saliendo de parque fundidora, no logro recordar a todo el grupo pero distingo a Claudia Algara.

2. La noche de esa inauguración, las luces en el piso, las risas, la juventud.

3. La primavera de los poetas… slam poetry en la casa de la cultura… La boda Tijuana Monterrey, qué matrimonio tan bien avenido.

4. Una fiesta en casa del Chuy, baile…comida casera.

5. Una imagen que nunca vi pero que he imaginado cientos de veces… una fila de botellones rosas bonafont atravesados por la luz de la tarde y JD y GT empiezan su enamoramiento.

6. Salidas maratónicas, el Jardín…

7. Llegar justo al buffet del desayuno en el Howard Johnson

8. Llegar esta ciudad después de un viaje turbulento, temporadas de lluvias, agujas verdes en el cielo.

9. Mandar postales que nunca supe si llegaron.

10. La exposición de Gabriel Figueroa, visita con JRL y FZ, horas y horas de trabajo.

11. Cabrito con JRL y FZ, cuando descubrimos que el cabrito no es como lo pintan.

12. Salida al Reforma con JRL, FZ, JO, OD… la novia enfadosa del buen chico que nos invitó a salir. La crónica de los eventos.

13. Visita al MARCO. Comprar un libro para Omar, otro cumpleaños atrasado.

14. Llegar después de un viaje en carretera, con la algarabía de toda una semana…

15. Visitas maratónicas al MARCO, parque fundidora. Aquella foto imperdible del paseo Santa Lucía.

16. La exposición de Julio Galán.

17. Cena en el Neuquen para consentir a nuestra argentina.

18. Salida al Iguanas, luces, electrónica, La Conversación. Una única foto que sólo luces.

19. Aquel abrazo en la cima del horno 3.

20. El desayuno continental raquítico y nuestra sorpresa.

21. La prolongación de la despedida. El paseo de aeropuerto en aeropuerto.

22. Llegar y recordar todo Esto, de golpe, con el calor regio.
925 kms.

Vuelo sobre la ciudad, a esta altura sólo retículas de luz. Manchas asimétricas, libélulas. El tiempo se deforma aquí arriba. De pronto el avión es una cápsula donde un extraño duerme a menos de 5 centímetros de mi hombro. Acá arriba el intersticio, el intervalo.

A 15 minutos de vuelo la retícula se ha transformado en dispersiones de luz enfermiza. La gente empieza a dormir. Los puntos han desaparecido, ya no hay ninguna referencia del "allá afuera". La cápsula ahora está suspendida en la oscuridad. Apenas el sonido de las turbinas funciona como idea de velocidad o movimiento.

Suspendidos en el anonimato, los cuerpos se esfuerzan por extenderse en diminutos asientos de vinipiel. El chico a mi lado es casi un efebo, aún guarda en su rostro detalles de la infancia; intenta dormir, pero su cuello opone resistencia. El hombre del asiento de enfrente recarga su cabeza en la ventanilla, parece que atento intenta escuchar. Los insomnes prefieren leer o tomar café, como sí la vigilia acelerara el vuelo.

Recuerdo el proyecto de Sophie Calle, sleepers (Les Dormeurs), en el cual la fotógrafa invitaba a amigos, vecinos, extraños a dormir a su cama durante una semana, bajo la única condición de que le permitieran fotografiar sus horas de sueño.

Todo el mundo aquí duerme y de pronto recuerdo ese lente que registra, profana y embellece.

20100614

sempervivum


Hace unas semanas fui al bosque, caminé; subí colinas, encontré un claro, seguí caminando, volví a subir colinas. Estaba sorprendida, como toda niña de asfalto, de la variedad de especies que pueden existir en un metro cuadrado de ese bosque. Puse más a tención a lo que me rodeaba y de pronto, Algo llamó mi atención; era una especie de arbusto en miniatura, circular, su cuerpo consistía en una suerte de espigas muy parecidas a las hojas de las coníferas. Estaba completamente seco y a pesar de ello, hermoso. Lo llevé conmigo.

Supe después que ese Algo, era una especie de siempreviva boscosa y que durante los meses de más calor se seca completamente para sobrevivir las altas temperaturas y que una vez que su cuerpo vuelve a recibir agua, se abre por completo; vuelve a crecer raíces y de su centro nace un delgado tallo que da una flor roja (o violeta) hermosa e increíble para ese bosque (que generalmente sólo se viste en verdes y marrones)

La propiedad que le permite semejante aventura se llama “resiliencia o resilencia”, término que refiere a la capacidad (de los seres vivos) de sobrellevar las dificultades y no sólo sobreponerse a, sino verse fortalecidos por ellas.

Hace unos días recordé el término y pensé que además de seres vivos, hay también sentimientos resilientes…obstinados…siemprevivos.





Originalmente


A 24 horas de agua

20100613




¡felicidades doctora!

(I´M SO FUCKING PROUD OF YOU)
I love u

20100610

Alguien me dijo: "tienes que enamorarte de la ciudad", me dije que sí, que en efecto eso ayudaría, pero hasta esta semana lo entendí perfectamente. Sí, esta semana en la que visité lugares que puedo adoptar, lugares que pronto llamaré mi lugar favorito, mi mesa de siempre, El Restaurant,El Parque... lugares en los que encontré y reencontré gente que me confirma que esta puede ser mi casa. Mi nueva casa.

Era sólo cuestión de esperar...un poco más.