Pero siempre recapacito.
20050610
Cuando ella habla del miedo, llega el recuerdo imprudente. De mi, de tantas veces el miedo. Ese que vestimos. Que duerme a mi costado, a tu costado. Que nos encuentra de sorpresa al doblar la esquina de cualquier calle. Llega la desesperación por nombrar lo innombrable, llegan las ganas de creer por que sí, porque tengo ganas porque da igual. Llega el impulso de lanzarse al vació con los brazos abiertos como un acto de fe.
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